Desde hace décadas, en Moscú, científicos soviéticos investigaron armas biológicas en un sitio llamado Volginsky, en la actualidad ese sitio está siendo utilizando para producir gran cantidad de vacunas destinada a resguardar a las personas de todo el mundo del coronavirus.
El complejo de alta tecnología, es ahora uno de los siete centros de producción masivo de Sputnik V en todo el país. El proceso de elaboración tuvo que diseñarse cuidadosamente, incluidos los sistemas de filtración de agua, para la producción en gran cantidad la nueva vacuna.
La vacuna se convirtió en una de las más adquiridas en todo el mundo, abarcando más de 30 países, desde Argentina hasta Filipinas, firmando contratos por 2.500 millones de dosis por país, según las cifras del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF).